Windsor es una pequeña ciudad del condado de Berkshire en Inglaterra, situada a 34 km al oeste del centro de la ciudad de Londres y al sur del río Támesis, que le sirve de frontera natural con la vecina población de Eton. Cuenta con algunas de las viviendas más caras del Reino Unido.
Aquí se encuentra el Castillo de Windsor, una de las residencias oficiales de la familia real británica desde hace 1.000 años, y hoy en día, la casa de fin de semana de la reina. Su origen es un castillo medieval comenzado a levantar en el siglo XI, tras la conquista normanda de Inglaterra por Guillermo I el Conquistador.
Desde tiempos de Enrique I de Inglaterra ha sido habitado por numerosos monarcas británicos. Esto lo convierte en la segunda residencia real europea de ocupación más antigua tras el Real Alcázar de Sevilla.