Ramón es el encargado de enseñar a Fernando el molino del pueblo. Es una construcción que tiene unos doscientos años y está completamente rehabilitado. Ramón nos ha enseñado todos los pasos que hay que seguir para activar el mecanismo y lograr que el agua mueva las piedras del molino. Durante años el molino también ha funcionado como restaurante y, ahora, una Asociación Gastronómica se encarga de organizar degustaciones en un entorno único. La familia de Ramón tiene un bar en el pueblo desde siempe y Fernando no ha podido resistirse a ir a conocerlo.