En Moraleja de Enmedio se encuentra una fábrica de relojes autómatas que fundo Cándido Valverde. En la actualidad, el negocio lo sigue llevando su nieta Carlos Valverde. Esta fábrica se encarga de realizar relojes para fachadas de ayuntamientos y de autómatas.
Cándido empezó hace más de 40 años con una empresa de mantenimiento de relojes industriales. Los de relojes que tienen dentro de la fábrica se hicieron en sus inicios como muestras para las ferias. Los relojes autómatas de esta fábrica son muy conocidos en las ferias más importantes de Madrid, Paris y Alemania.
Estos relojes funcionan con una serie de motores que se activan cuando se desactiva el anterior. Los motores actuales son mucho más pequeños que las antiguas piezas que se movían tras darles cuerda. Los motores actuales pueden durar más de 15 años y son eléctricos. Las agujas de los relojes de más de un metro llevan plomo en la parte inferior trasera para contrapesar y equilibrar.
Algunos relojes que han fabricado son el relojero de la calle de la Sal, el marcador del Vicente Calderón y en hoteles de distintas partes del mundo.