En Villamantilla tenemos un pueblo con mucho encanto y con mucha historia. Lugares emblemáticos como sus casas, la iglesia o lugares para el descanso y el ocio que abundan en esta localidad.
Un lugar donde podemos disfrutar de un sitio único mientras comemos es la Cueva restaurante de Villamantilla. Esta cueva data del siglo XVII y en su origen se ultimaba para guardar el vino y para curar la carne. En la época de la guerra civil española este sitio sirvió de refugio para los vecinos de la localidad.
La decoración de esta cueva restaurante está inspirada en la edad medieval y en objetos y artilugios antiguos. Algunas mesas del restaurante pertenecieron a un palacio. La cueva esta excavada en la ladera situada junto al arroyo de San Antonio y perteneció a los Marqueses de Romaní. Además de ser un restaurante, este lugar alberga un pequeño museo de bodegas de vinos y algunos artilugios como botijos o un pozo original que aún conserva el dueño del restaurante.
La zona de la cueva tiene cuatro salas donde se pueden reunir entre 12 y 15 personas en cada una de ellas. La cueva tiene una profundidad aproximada de unos 60 metros cuadrados. Las paredes son areniscas y se mantienen en buen estado gracias a la buena temperatura que hace en el interior de esta cueva.