La Dehesa Bonita, uno de los entornos más hermosos de la Comunidad de Madrid
Otro de los sitios más idílicos para visitar en Somosierra es la Peña del Chorro, la cascada más alta de la Comunidad de Madrid
Ruta 179: Somosierra
Foto: Telemadrid |Vídeo: Telemadrid
REDACCIÓN
La Dehesa Boyal de Somosierra posee el mejor abedular de la Comunidad de Madrid. Es una de las dehesas más bonitas de Madrid y considerada como uno de los bosques más hermosos del territorio. Durante el otoño es la estación perfecta para admirar el terreno, con sus árboles jugando con los colores amarillo, naranja y rojo formando un espectacular mosaico.
Existe una ruta circular de unos 5 kilómetros alrededor de la dehesa. En ella, se pueden observar la gran variedad de vegetación que posee: acebos, robles, cerezos, avellanos, serbales y sobre todo abedules. La ruta comienza junto a la depuradora de Somosierra. Tras cruzar un el arroyo de la Dehesa se observan los primeros ejemplares de árboles.
Antes, esta dehesa se usaba para que los vecinos de Somosierra se nutrieran tanto de objetos para su trabajo como alimentos. Pero con el descenso de población y la implantación de leyes para la protección de la Dehesa, casi no se permite limpiarla. Sin embargo, es necesario realizar tareas de desbroce y limpieza de caminos para evitar futuros incendios.
Los acebos, abedules y mostajos de entre 120 y 300 años de antigüedad están catalogados como árboles singulares. Siguiendo con la excursión, el camino conduce a Fuentefría, donde se puede observar un abedul con el tronco horizontal. El camino sigue un poco desdibujado pero siguiendo el río vuelve a aparecer hasta llegar de nuevo al cruce del río.
Otro de los sitios más idílicos para visitar en Somosierra es la Peña del Chorro o Cascada de los Lituerios. En ella nace el río Duratón y se encuentra en un enclave maravilloso. La cascada tiene una altura de unos 40 metros aproximadamente y por eso es la más alta de la Comunidad de Madrid.
Es uno de los pocos cursos de agua que no vierte sus aguas en el río Tajo sino que lo hace en el Duero. El agua, procedente de los manantiales de las cumbres, crea el Arroyo del Caño. El descenso de la corriente forma una cola de caballo que discurre a través de tres escalones pétreos.