Nos citamos con Andrés, nuestro guía turístico, para que nos enseñe los puntos que están cargados de historia en Valdeavero. Él vive en lo que fue el antiguo palacio del marqués de Campoflorido, conocido como el marqués de Valdeavero.
La gran peculiaridad del palacio es que se comunica con la iglesia por un pasaje que terminaba en una celosía desde la que los marqueses escuchaban misa.
Andrés aún mantiene abierto el pasillo de su casa que llega al templo. También nos enseña un palomar del siglo XVII que se mantiene en pie y que en el pasado perteneció también al palacio. Solo quedan dos palomares de este tipo en nuestra región. Antiguamente la función del palomar tenía dos sentidos: por un lado se comían las aves y por el otro se utilizaban sus heces para abono.