Muchas personas tienen la tentación de regalar o vender aquellos regalos que no son de su talla, de su gusto o simplemente no se pueden devolver. Las opiniones al respecto del tema son variadas.
Los hay que que nunca han vendido un regalo porque les parece un detalle muy feo, los hay que ya lo han hecho y los hay que los regalan de nuevo.
Acertar con el regalo perfecto es complicado, por eso hay personas que prefieren quedárselos aunque no le vayan a dar uso, ya que piensan que lo importante es el detalle.