Con el inicio del curso escolar, los padres con hijos que sufren trastorno del apego están muy preocupados.
Reclaman más ayudas para que estos niños y jóvenes no acaben excluidos del sistema.
Los jóvenes y niños que han sufrido abuso, abandono, negligencia o maltrato , o que han estado expuestos a un fuerte trauma en su infancia como la muerte de un familiar, o violencia intrafamiliar, pueden sufrir trastorno del apego.
Se produce con niños que han sufrido malos tratos en embarazo, abandono, negligencias. Esto ocasiona cambios a nivel neurológico y produce problemas de tipo cognitivo y emocional. Cuando los niños nacen, libera cortisol y eso inunda su cerebro. Hace que el cerebro no termine de desarrollarse.
Los daños en el neurodesarrollo que han sufrido estos menores les impiden crear relaciones de confianza con sus cuidadores. Tienen problemas de conducta y durante su adolescencia pueden sufrir ira, depresión, anorexia, y todo tipo de adicciones. Por eso, las 300 familias de la asociación Petales especializada en adversidad temprana reclaman más apoyo institucional y educativo.
El trastorno del vínculo afectivo afecta a más de tres millones de niños y jóvenes en el mundo. Como dice la Asociación Petales si no se atiende a estos menores a tiempo se les aboca a la exclusión social.