El expresidente del Congreso José Bono ha sido entrevistado en el programa 120 Minutos de Telemadrid tras el acto institucional del Día de la Constitución, celebrado en el exterior del Congreso de los Diputados. Según Bono, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha ofrecido "un discurso plenamente institucional, lo que cabe esperar en el día de hoy".
"Para quienes participamos en aquel referéndum constitucional y luchamos para que los españoles votasen que sí, sentimos la satisfacción de que hoy, gracias a esa constitución, podemos disfrutar del tiempo de libertad continuada más larga de nuestra historia, muy digno de ser celebrado", expresa Bono.
"Lo que ocurre en el Parlamento en cuanto a crispación, insultos y faltas de respeto, yo diría que los Parlamentos no son balsas mansas, es normal que haya confrontación e incluso, me da más miedo la mentira que el insulto o la falta de respeto verbal", declara el socialista. "Me hace más daño cuando la mentira se institucionaliza o la falsa noticia se hace verdad o que en las redes sociales lo falso se convierta en verdadero".
Para Bono, el problema llega "cuando el Parlamento pasa a ser solamente un escenario para poder salir en los medios de comunicación" y "un lugar en el que no se escucha al que habla", porque "están perdiendo la fuerza de convicción y la palabra ya solo se usa para asentar el voto o conseguir más votos".
"No es tan importante el insulto", señala, "y que conste o no conste en el diario de sesiones". “Algunos convierten el Parlamento en una farsa y cuando eso se generaliza los ciudadanos pierden confianza en las instituciones”.
De cara a las futuras elecciones, José Bono desea que “ojalá tengamos mayorías más firmes para los partidos favorables a la Constitución, aunque sea para reformarla, pero que sea por el camino que la Constitución establece”.
En sus años presidiendo el Congreso, Bono protagonizó un desencuentro con un ministro porque éste no llevaba corbata. Sobre la falta de decoro en las Cortes, hoy declara que "es verdad que la corbata no añade ni quita, las costumbres cambian”. “Pero, días antes de ese desencuentro, al Palacio Real íbamos todos según protocolo, ¿acaso es más importante ese lugar que la sede de la soberanía nacional? Y les di las gracias a los diputados que venían con corbata porque ayudaban a mantener la disciplina. Había que guardar unas ciertas reglas genéricas que hoy ya han cambiado”.