El Gobierno reforzará las medidas para que bares, restaurantes y grandes superficies de supermercados eviten el desperdicio de alimentos e informen a los clientes de que pueden llevarse las sobras. El proyecto de ley ha sido aprobado por el Consejo de Ministros bajo el título de ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario.
Clientes y trabajadores de hostelería se muestran "contentos" con la medida y declaran que "es una pena tirar comida a la basura y si se puede llevar a casa, mucho mejor". Las empresas estarán obligadas a informar sobre sus protocolos de recogida, almacenamiento y distribución de los alimentos sobrantes.
Según los portavoces de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), "es un buen paso para tomar conciencia y actuar". Consideran que "debemos centrarnos en las fases de prevención, porque si ponemos una sanción es porque ya se ha hecho mal".
La nueva ley contempla que se priorice el consumo humano y las aportaciones a los bancos de alimentos que más lo necesiten. En segundo lugar, los alimentos deberían transformarse en otros productos y, por último, utilizarse para consumo animal o elaboración de reciclajes y combustibles.
Los empresarios tendrán que declarar en un informe anual qué cantidades de alimentos desperdician y las sanciones por incumplimiento oscilarán entre los 2.000 y los 60.000 euros, pudiendo alcanzar medio millón de euros de multa por reincidencia.