Ellos también tienen miedo. Los repartidores de comida a domicilio siguen trabajando a destajo, incluso en este período de confinamiento por coronavirus, pues en la mayoría de los casos están encargados de llevar hasta nuestras casas productos de primera necesidad. Están preocupados por los contagios y también han establecido sus propios protocolos.
Acompañamos a un trabajador de la empresa Glovo en su tarea. Hoy ha tocado realizar un pedido de material de primera necesidad de farmacia. Tienen que dejar el pedido en la puerta, esa es quizá la precaución más básica a la hora de realizar su trabajo. Ningún contacto con el cliente.
"Sobre todo mantener la distancia, si vas a un supermercado hacer la cola con la distancia preventiva y continuar", nos cuenta este trabajador. Con la aplicación no hay ni que firmar siquiera. Como hemos comprobado, cualquier contacto está absolutamente prohibido. Nos confiesan que tienen miedo, pero no pueden dejar de trabajar. Eso sí, extremando las precauciones.