Personas adoptadas nos hablan de su necesidad de conocer a su familia biológica
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Luda nació en la capital de Siberia, Novosibírsk. Su madre biológica era muy joven y no tenía recursos, por lo que no podía cuidar de ella y la tuvo que dejar en adopción. Estuvo en el orfanato hasta los tres años.
En la tarjeta la pregunta “¿Sientes necesidad de conocer a tu familia biológica?”.
Ella quiso conocer más sobre sus orígenes, por lo que habló con su madre. “Mi madre hizo la búsqueda de orígenes y me contó lo que sabemos hasta ahora: que mi madre era una madre muy joven, sin recursos, que el padre había desaparecido”.
Sin embargo, reconoce que, “por mucho que busques en la historia de tus orígenes, siempre te falta un cacho. Da igual que te lo cuenten todo, siempre vas a tener una pregunta más. Aunque yo sepa ahora toda mi historia, te puedes seguir haciendo preguntas”.
Aunque ahora Luda sabe toda la historia de cómo llegó a orfanato y toda la historia posterior, no sabe nada de cuando estuvo en el orfanato. “Eso crea mucha angustia, porque hay cosas que no sabes de tu vida”.
Vandita, a la que adoptaron con un año en la India, también se preguntó por su familia biológica: “con catorce años, entender que tu madre biológica, que supuestamente es la persona que más te ha querido, te abandonó es duro y te enfada”.
Y lo mismo con Maxim, al que adoptaron con dos años y medio de un orfanato de Rusia. “A los quince años yo tenía la necesidad de conocer sobre mi familia biológica y miré los papeles sobre mi adopción”.
Él no podía imaginarse la sorpresa que le esperaba al descubrir que había tenido una hermana melliza que había muerto de una neumonía bilateral. “Rompí a llorar”.
Pero no para todos es importante conocer a su familia biológica. Andrea, adoptada con un año en China, es uno de esos casos: “para mí mi familia son mis padres, los que me han criado”.
Ella reconoce que “es importante pensar que me abandonaron porque no podían mantenerme. Eso me hace estar más en paz y tranquila en el sentido de que no pienso que no me querían”.