La pesadilla de vivir acoso escolar. "Me hizo pis encima"
Personas que han sufrido bullying nos cuentan los insultos, los desprecios y las risas que sufrieron
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Natalia de Agustín Rodríguez es doble campeona de España en kenpo karate. Pero, por desgracia, los golpes más duros de su vida los ha recibido fuera del tatami. Y es que esta joven ha vivido una infancia muy complicada: una infancia que es incapaz de recordar sin acoso escolar.
El kenpo karate fue para ella una vía de escape, pero también la escritura. Resistiré es el título del libro que ha publicado, un diario en el que cuenta sus experiencias y que ha ayudado a muchos jóvenes en su misma situación.
En la tarjeta la pregunta “¿En qué consistió tu pesadilla?”.
Natalia vivió su primer episodio de acoso en educación infantil. “Todo empieza de una manera muy sutil. Te dejan sola en el colegio, no te invitan a un cumpleaños, se ríen de ti, te pisan el abrigo, te rompen los disfraces”.
“Cuando me invitaron al primer cumpleaños, que iba supercontenta, una de las niñas cogió a su hermano y me hizo pis encima”, nos cuenta Natalia. “Para mí el colegio era como una cárcel”.
La situación no era nada sencilla para Natalia, pero tampoco para sus padres, que vivían con impotencia todo lo que sufría su hija. “La veía sufrir y no la podíamos ayudar”, recuerda entre lágrimas su padre.
Para intentar poner fin a todo el bullying que recibía, decidió cambiarse de colegio. Aunque llegó esperanzada a su nuevo centro y su primer año lo vivió con alegría, los fantasmas del pasado se empeñaron en volver a ensombrecer su vida.
“El segundo año, al estar los centros muy cerca, una del nuevo colegio se puso en contacto con otra del antiguo y volvió la misma pesadilla”. Y no solo es que volviera, sino que se engrandeció. “Era peor porque, al ser mayores, eran más crueles y sabían cómo hacer daño”.
Las risas, los desprecios, los insultos, las vejaciones, las amenazas y los empujones eran habituales en su vida y no había día en que no los sufriera. De hecho, incluso le llegó un mensaje avisándole de que le estaban siguiendo y sabían todo lo que hacía, “que iban a venir a por mí y que me iban a matar”.
Todo este desprecio que recibía de su alrededor empujaron a Natalia a intentar suicidarse con tan solo catorce años. Pero Natalia resistió y, con el tiempo, ha logrado transformar el miedo en una energía que la ha convertido en una increíble campeona.