Jorge, feriante de toda la vida, nos cuenta cómo han sido tantos años de oficio
Redacción
"A ver, como divertido… sí pero no. Son muchas horas de trabajo, mucho cansancio porque son muchas horas de estar ahí en las atracciones o en las taquillas metido" detalla Jorge, feriante de toda la vida, de varias generaciones de feriantes, dueños de circo y cines ambulantes.
A sus 65 años gestiona recintos feriales para su empresa, entre en los que destaca la feria de San Isidro y la de La Elipa.
"Cuando montas, montas con una alegría, porque es el pueblo, la fiesta, en su salsa, es algo especial", afirma Jorge.
A pesar de todo el trabajo, este feriante cuenta que "cuando acaba la fiesta pues te deprimes un poco porque ves los días anteriores el ambiente de la gente y cuando acaba la fiesta pues está el pueblo medio muerto".