La rotura de un tapón en una tubería de gas ciega en el exterior podría haber sido la causa de la explosión registrada en el edificio del arzobispado en la calle Toledo de Madrid, ocurrida el pasado 20 de enero, que ocasionó la muerte de cuatro personas y heridas a más de una decena.
El informe preliminar de la Policía Científica cree que la explosión del edificio tuvo su origen en una fuga de gas en el exterior del inmueble debido a la rotura de una tubería.
El gas, al parecer, se introdujo en el inmueble probablemente por una acometida y llegó a las plantas superiores, ocasionando la deflagración y la destrucción parcial de las plantas superiores.