Esta mañana, sobre las 11:30, la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 recibía el aviso por la caída de un hombre de 45 años en un pozo de 12 metros de profundidad en el barrio de Espartales, en Alcalá de Henares, por causas desconocidas.
El agujero, de 1,20 m de ancho, se encuentra en la Ciudad Deportiva de Espartales, entre la arboleda. Tres unidades de Bomberos fueron los encargados de rescatarle con equipos de escalada y vehículos con grúa, además de contar con dos unidades terrestres y el helicóptero del SUMMA 112. En su apoyo, también han acudido varias unidades con agentes de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía.
El hombre presenta una fractura de pelvis y trauma torácico y ha sido trasladado en helicóptero al Hospital 12 de Octubre con pronóstico potencialmente grave.
¿De quién es la responsabilidad?
Tomás García Ruiz, ingeniero de minas, asegura que una obra minera con un proyecto constructivo requiere que se equipe con condiciones de seguridad. Si tras la perforación, es un pozo negativo tras una prueba de bombeo (sin agua), se tiene que sellar debidamente.
“La responsabilidad es del propietario de la finca, pues tiene que pedir varios permisos: deconstructivo, permiso en confederación para obtener el agua y, si se va a equipar electromecánicamente para poner una bomba y sacar el agua, hay que pedir un permiso a la organización de energía competente de la Comunidad.
En España siguen muchos pozos abiertos, un peligro que ya se informó tras la tragedia del pequeño Julen. Tomás asegura que España hay más de medio millón de pozos ilegales.