La nueva vida de Casa Sotero: "Es un orgullo ser de Tetuán"
Aunque las puertas de la mítica taberna en Bravo Murillo 337 tuvieron que cerrar, siguen ofreciendo la mejor comida del barrio de Tetuán en un espacio más amplio 300 metros más allá
Aunque las puertas de Bravo Murillo 337 tuvieron que cerrar, Casa Sotero sigue ofreciendo la mejor comida del barrio de Tetuán en un espacio más amplio en José Castán Tobeñas 1. Sin embargo, la historia de esta madrileña taberna se remonta casi 100 años atrás.
Sotero, junto a su esposa, afrontan la Guerra Civil con la tarea de criar a sus dos hijos y defender el negocio familiar. Su bar irá cogiendo fama en el barrio de Tetuán como casa de comidas. Ya en la década de los 60 se incorpora al negocio Dionisio Martín para hacer progresar a Casa Sotero.
Su hijo, Miguel Ángel Martín, es el actual propietario con una clara vocación: la hostelería. Siete años después de hacerse cargo de la taberna y con el coronavirus de por medio, llegó la hora de ejecutar una idea que llevaba rondando mucho tiempo en su cabeza.
Se fue a tan solo 300 metros de la ubicación original para ganar metros y que el cliente tenga una mejor experiencia. Aunque pierden la visibilidad de una de las calles más largas de Madrid, se juntan con la parroquia fiel del barrio de Tetuán.
Aunque a la familia le haya dado pena el cambio, más es el lamento cuando se enteraron que la fachada del antiguo Casa Sotero ha sido derruido para construir nuevas casas. La familia intentó comprar a los arrendadores el local de la taberna en distintas ocasiones pero sin éxito.
La plancha de Casa Sotero elabora todo tipo de gastronomía castiza madrileña. Desde orejas hasta mollejas, pasando por los guisos clásicos como los callos y carne en salsa, para terminar en la freidora con unos crujientes torreznos.