Relojería, tapicería, guarnicionería, dorados y estucos… Los talleres de restauración del Palacio Real son cofres de sabiduría con maestros en oficios de otra época.
Lucio Maire, restaurador dorador de Patrimonio Nacional, ha abierto a 'Reales Sitios' la puerta de su taller para descubrirnos los secretos de su oficio.
Los panes de oro vienen en libros de 25 unidades. Extrae uno con un cuchillo plano, lo posa sobre una almohadilla y le aproxima los labios para soplarlo con delicadeza y que se alise su frágil superficie.
"La técnica normal y la más auténtica es dorado al agua" nos explica mientras no deja de trabajar. Pese a lo que gran parte de la población piensa "el oro es mate", por lo que hay que sacarle brillo una vez terminado este proceso.
Más de cincuenta años dedicado a su taller. "Toda una vida" en la que ha dado tiempo a vivir todo tipo de experiencias. Por ejemplo, cuando llegó a sus manos la 'Dama de armiño' de Leonardo Da Vinci para restauración del marco.
Lucio recuerda sonriente que "lo más curioso es que cuando se sacó la pieza y ya se terminó la exposición cuando salía por la puerta la gente se pensaba que era el Papa porque coincidió con el Papa".