Emilio heredó el amor por los pájaros de su padre. Corucho de nacimiento, decidió hacerse guarda forestal relativamente tarde, pero no ha desaprovechado el tiempo en este monte que conoce como la palma de su mano. Aquí le apodan "el vigilante de las aves", y con él nos vamos a descubrir especies y conocer la vida que inunda los alrededores de Cenicientos.