La iglesia de Santo Domingo de Silos de Prádena del Rincón es la más antigua de la Comunidad de Madrid y es Bien de Interés Cultural desde 2021. Durante la restauración del templo entre los años 2011 y 2014, salió a la luz uno de los ejemplos de arte funerario más interesantes de la comunidad. La necrópolis de Prádena se encontró bajo un atrio de estilo mudéjar orientado hacia el norte.
La necrópolis data del siglo XII, cuenta con 96 tumbas excavadas en la roca que miran hacia el este, hacia el sol naciente, como símbolo de resurrección. Muchos de los nichos encontrados son de tamaño pequeño, por lo que probablemente eran tumbas de niños. En estas tumbas encontraron monedas de Caronte, personaje de la mitología griega clásica por el que se enterraba a los muertos con una moneda.
Según las investigaciones, la necrópolis de la iglesia se utilizó de forma habitual desde el siglo XII al XV, y de forma secundaria hasta el siglo XVII. La costumbre de entonces era enterrar a los fallecidos cerca del Altar Mayor para que estuviesen más protegidos por el hecho de estar enterrados en un espacio sagrado.
En la necrópolis de Prádena del Rincón se hallaron rosarios y escapularios. Muchos de los objetos se exponen en el interior de la iglesia en un pequeño museo habilitado en el antiguo coro de la iglesia, junto a informes de la evolución arquitectónica de la iglesia.
Por otro lado, la iglesia de Prádena del Rincón comenzaron a construirla a finales del siglo XI. Empezaron a construir la iglesia con el ábside de la roca, esculpiéndola. La parte de atrás del ábside es el primitivo que se construyo hace mil años
En las paredes se pueden ver los frescos originales, datan del siglo XIII o XIV, como mucho. Antes de la reforma había un muro y estaban ocultos. Salieron gracias a la última reforma realizada en 2011 y 2014. La imagen más representativa que apareció con los frescos era la imagen de San Cristóbal, el protector de los conductores.
Hace mil años, los primeros habitantes de este pueblo también eran viajeros. Porque la mayoría eran pastores que al realizar la trashumancia desde Burgos paraban en Prádena del Rincón de camino a Toledo o Extremadura. Por ello, los familiares pedían a San Cristóbal que los protegiese.