A los pies del cerro de la cabeza a casi 1.300 metros se encuentra las tumbas del moro. En este lugar vivieron una población romana y posteriormente una población hispano visigoda. Los lugareños pastoreaban por la zona y llegaron a construir tumbas Las tumbas se ubican a 2 kilómetros y medio a las afueras del pueblo de La Cabrera en dirección a Valdemanco.
La tumba del moro es una necrópolis visigoda formada por diez sepulturas, una de ellas antropomorfoda (tiene forma humana excavada en la piedra). Su nombre viene por la posible reutilización que tuvieron estas tumbas por parte de los árabes después de la invasión.
Este conjunto funerario consta de diez tumbas, de las que nueve son enterramientos en cista datados en el siglo V, VI y VII en periodo visigótico. La décima tumba, que puede datarse entre los siglos IX y X, es la conocida como 'tumba del moro', que está excavada en la roca y que pudo pertenecer a un eremita que vivía en un territorio de frontera, entre los valles del sur en manos del emirato y califato cordobés y el norte, en manos de los monarcas cristianos.
La Comunidad de Madrid ha realizado intervenciones en la necrópolis desde los años noventa con el objetivo de restaurar, conservar y proteger los restos, que están incluidos en la red de Yacimientos Visitables de la región. Algunos restos que se han encontrado son fidulas, broches, pendientes y objetos de valor que muchos de los cuales están en el Museo Arqueológico Nacional.