5,6 millones de catalanes están convocados este domingo a las urnas en unas elecciones que podrían dejar el Parlament más fragmentado de la historia y en las que previsiblemente ofrecerán un escenario postelectoral incierto, de difícil gobernabilidad y sin pactos claros.
Tres partidos llegan a la cita electoral con opciones de victoria, según las encuestas publicadas en las últimas semanas: el PSC, ERC y Junts se disputan ser la primera fuerza en el Parlament en una lucha que se prevé ajustada e incluso podría darse la situación que el partido más votado no sea el que obtenga más escaños.
Lo que sí parece seguro es que los resultados de estos comicios dejarán el Parlament más fragmentado de la historia con ocho o nueve partidos diferentes con la irrupción de Vox y la eventual entrada del PDeCAT.
Opciones
Sobre la mesa hay varias opciones de gobierno: repetir un Govern de Junts y ERC, incluso sumando a la CUP; un tripartito entre ERC, PSC y comuns -tanto republicanos como socialistas lo han descartado-; un gobierno sin independentistas liderado por el PSC, aunque los socialistas han dicho que no aceptarán los votos de Vox; el Govern amplio que plantea ERC con Junts, comuns, CUP y PDeCAT -aunque hay vetos mutuos entre ellos-, e incluso un Ejecutivo en solitario o en minoría, aunque se antoja difícil.
Los vetos cruzados complican que cualquiera de estas alianzas se acabe llevando a cabo y, pese a que la aritmética parlamentaria que deje el 14F podría acercar alguno de los escenarios, la repetición electoral puede convertirse en un horizonte probable en las semanas posteriores los comicios.
Participación
Uno de los factores que puede decantar los resultados a un lado u otro es la participación, ya que se augura un descenso importante de la movilización de los electores, después de que en las últimas elecciones de 2017 se alcanzara el máximo histórico en Cataluña (79,04%).
El miedo al contagio de coronavirus, la desafección entre la ciudadanía tras la última legislatura y la gestión del Covid-19, y la distensión del proceso independentista respecto a 2017, pueden provocar una alta abstención, aunque no se podrá interpretar cuál de estas causas provocará más abstención y es impredecible adelantar si afectará más a unos partidos que a otros.