La crisis provocada por el Gobierno con el cambio de postura sobre el Sáhara Occidental, provocó la suspensión por parte de Argelia del tratado de amistad y las relaciones comérciales con España. Nada más iniciarse la crisis, países de la Unión Europea han aprovechado la situación para cerrar acuerdos energéticos con el país magrebí.
Un movimiento que encabezan Italia y Alemania. Incluso antes de formalizarse la ruptura, y cuando ya era evidente que la relación entre Argelia y España no iba por buen camino, el propio primer ministro italiano Draghi anunció en Argel un acuerdo para un incremento de casi un 50% en las importaciones de gas. Confirmó un acuerdo entre la empresa italiana de hidrocarburos Eni y la argelina Sonatrach para aumentar la importación hacia Italia, nueve mil millones de metros cúbicos de gas por año, y reducir su dependencia de Rusia, un 40% del total importado.
Poco después, el Gobierno alemán firmaba nuevos acuerdos de cooperación con Argelia e incluso hablar de la consolidación de la asociación este país y la Unión Europea. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, consideró que ha sido este acuerdo el vulnerado por el bloqueo bancario a nuestro comercio, posición en la que coincidió con el Alto Representantes de la Política Exterior de la Unión, Josep Borrell. Solo dos días después de que trascendiera el bloqueo comercial a España, Alemania cerró inversiones en renovables y en plantas de regasificación a cambio de tratos preferentes en el suministro de gas para un país también muy dependiente de Rusia.
Al menos Francia, que tiene vínculos muy importantes con España y con Argelia, se mantiene neutral. Al menos de momento.