No era la Final de la Liga de Campeones de Fútbol ni el escenario era Paris. Ha ocurrido en un partido amistoso entre las selecciones de Chile y Marruecos celebrado en el Estadio de Cornellá, en Barcelona.
Incidentes graves al colarse aficionados en el recinto deportivo ante la impotencia del centenar de vigilantes que trataban de contenerlos.
Una treintena de trabajadores de seguridad han resultado heridos y desde diversas organizaciones profesionales se critica lo ocurrido y se pide más medios y más previsión para este tipo de eventos masivos.
La Consejería de Interior catalana ha abierto una investigación