A pesar de la situación y las advertencias, muchos restaurantes se habían aprovisionado de materia prima para el fin de semana.
La prohibición de abrir les ha pillado con la nevera llena y en muchos casos con productos perecederos. Un agujero económico añadido.
Parte del producto fresco irá al congelador
Es la última limpieza del restaurante de María Luisa antes de cerrar sus puertas. Parte del producto fresco que tenían previsto servir este fin de semana se lo repartirán entre los trabajadores. Otra parte, irá al congelador.Y mientras recoge manteles, extiende una mano solidaria. Se ofrece para cocinar durante estos días para cualquier comedor social u ONG que necesite sus servicios para las personas necesitadas. Su hija está en Roma, también aislada. Y María Luisa, que hasta ahora llenaba nuestros estómagos, ahora nos llena de esperanza con este mensaje.