El Puente de Taboada, de vía de tren a lugar de 'puenting'
Sobre el río Lozoya se levanta el puente de Taboada, una de las primeras infraestructuras del ferrocarril Madrid-Burgos
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Sobre el curso del río Lozoya se alza el puente de Taboada. Este imponente viaducto fue una de las primeras infraestructuras del ferrocarril Madrid-Burgos, una línea que se inauguró en 1968 y que en 2015 cerró el servicio de pasajeros de esta vía.
Esta espectacular obra del primer tercio del siglo XX, también conocida como viaducto del Lozoya, supuso un importante ahorro en los tiempos de viaje, ya que antes, para ir de Madrid a Burgos en tren era necesario pasar por Valladolid a través de la línea férrea que, desde 1864, explotaba la Compañía del Norte. ¡Este ferrocarril directo reducía unos cien kilómetros el trayecto entre ambas capitales!
El ferrocarril directo Madrid-Burgos fue proyectado por el ingeniero Emilio Kowalski Carón en el año 1926, durante la Dictadura de Miguel Primo de Rivera. Formaba parte del Plan Guadalhorce, un ambicioso plan de obras públicas que recibía su nombre del ingeniero Rafael Benjumea y Burín, Conde de Guadalhorce y Ministro de Fomento entre 1925 y 1930.
El proyecto original de viaducto data de 1926 y consistía en un solo arco de cincuenta metros de luz que atravesaba las aguas del río. Sin embargo, en los meses anteriores a su construcción se produjeron diversas modificaciones y se decidió buscar una solución más audaz y atrevida.
Fue el propio Kowalski el encargado de diseñar el puente de Taboada en 1928. Se trata de una soberbia estructura de hormigón, recubierta con falsos sillares, de planta ligeramente curvada, con 240 metros de longitud y una cota de vía de 1.063,10 m.
La vía férrea se apoya sobre dieciséis enormes arcos de medio punto, de doce metros de luz cada uno y una altura máxima de 45 metros. Los dos arcos centrales se sustentan sobre un decimoséptimo arco apuntado que se abre directamente sobre el cauce del Lozoya.
Un lugar para los amantes de los deportes de riesgo
El puente de Taboada se construyó en el punto kilométrico 74 de la línea ferroviaria, punto en el que iban a confluir los tramos Río Lozoya-Somosierra y Madrid-Río Lozoya. Sin embargo, estos se construyeron en periodos de tiempo muy dispares y con importantes cambios sobre el plan inicialmente previsto.
Esto generó un importante problema a la hora de encajar ambas secciones, ya que el puente, que había sido concebido como el punto de unión de ambas, quedó fuera del trazado definitivo al haberse concluido mucho antes.
Para no incurrir en nuevos costes, finalmente se decidió preservar el viaducto y rectificar el recorrido de las vías. Así se explica la pronunciada curva y la contracurva existentes en las inmediaciones del puente.
En la actualidad, el viaducto se ha convertido en un destacado hito de la comarca de la Sierra Norte y en un lugar de referencia para los amantes de los deportes de riesgo, como el puenting, populares en el lugar.