Madrid desde el aire visita un centro qué nos descubre cómo son las misiones espaciales y cuáles son las actividades de la NASA
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Para trabajar en el INTA, la Institución Nacional Técnica Aeroespacial, es necesario aspirar a lo más alto: al espacio. La Comunidad de Madrid representa más del noventa por ciento de la inversión nacional en el sector aeroespacial y buena parte de la investigación y del desarrollo sobre este campo tiene lugar en estas instalaciones.
En el INTA, que se encuentra en Torrejón de Ardoz y depende del Ministerio de Defensa, trabajan en ámbitos como la aeronáutica, el espacio, la aerodinámica, la seguridad y la defensa. Para ello disponen de un banco de ensayo con turborreactores, uno de los más modernos a nivel mundial, donde se prueban los motores de los aviones.
También está aquí el Centro de Astrobiología, dedicado a responder una pregunta que seguro que todos nos hemos realizado en alguna ocasión: ¿Hay vida fuera de nuestro planeta? Y si la hay, ¿cómo es?
Además, el INTA dispone de varias estaciones de seguimiento de vehículos espaciales, a través de los cuales colabora con la NASA y la Agencia Espacial Europea. En Robledo de Chavela encontramos una de estas estaciones: el Centro de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid.
Un museo sobre el espacio
El Centro de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid comenzó a construirse en 1964 y desde entonces no ha parado de aumentar su número de antenas. Un complejo que forma parte de la red del mayor sistema de telecomunicaciones para aplicaciones científicas del mundo.
Su Centro de Entrenamiento y Visitantes (CEV) nos permite profundizar en todo lo que tiene que ver con el espacio exterior. Fue creado por NASA conjuntamente con el INTA para atender la creciente demanda de información sobre las actividades desarrolladas en este Complejo de Comunicaciones, especialmente por parte de centros educativos.
Mediante proyecciones multimedia y salas de exposición, el CEV ofrece una visión general de las actividades de NASA, de los centros de la Red del Espacio Profundo, de las misiones espaciales y de los planetas del Sistema Solar.
De esta manera podemos descubrir la comida deshidratada que toman los astronautas o seguir las huellas de una de las maquetas a escala real de uno de los vehículos robóticos empleados en las misiones a Marte.
Aunque seguramente la joya de la corona del lugar sea su roca lunar, entregada por la NASA en 2011. Un fragmento de una roca de casi diez kilos, recuperada en el borde de un cráter por la expedición Apolo XV.
Madrid y la llegada a la Luna
Muy cerca está Fresnedillas de la Oliva, un enclave estrechamente vinculado con la llegada del hombre a la Luna. Aquí instaló la NASA sus antenas de seguimiento, hecho que se recuerda con un espacio divulgativo propio denominado Museo Lunar.