Dicen que el cielo de Madrid tiene algo especial: unos radiantes amaneceres, atardeceres de ensueño, noches en las que las estrellas se asoman con curiosidad. Nadie puede sentirse indiferente ante estas maravillas. Junto a Madrid desde el aire visitamos lugares de nuestra comunidad que se han adentrado en los misterios celestes. Un sorprendente viaje ‘De Madrid al cielo’.
El destino de Madrid parece estar escrito en las estrellas. ¿Se han fijado bien en la bandera de la comunidad? Hay quien relaciona sus siete estrellas con la constelación de la Osa Mayor. Además, una osa figura en el escudo de la capital mirando con curiosidad un madroño. Desde el Instituto de Técnica Aeroespacial de Torrejón de Ardoz hasta varios centros de seguimiento de vehículos aeroespaciales como el de Robledo de Chavela son varias las instalaciones científicas donde podemos explorar el cielo en toda su dimensión. Sin olvidarnos de museos en los que la ciencia nos ofrece su lado más interesante.
¿Sabían que Madrid representa más del noventa por ciento de la inversión nacional en el sector aeroespacial? Buena parte de esa investigación y desarrollo tiene lugar en las instalaciones del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) de Torrejón de Ardoz. También está aquí el Centro de Astrobiología, dedicado a responder una pregunta que seguro que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿hay vida fuera de nuestro planeta? Y si la hay, ¿cómo sería?
El INTA dispone de varias estaciones de seguimiento de vehículos aeroespaciales, a través de las que colabora con la NASA y la Agencia Espacial Europea. Una de ellas la encontramos en Robledo de Chavela, el Centro de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid, que forma parte de la red del mayor sistema de comunicaciones para aplicaciones científicas del mundo. Desde aquí ayudaron a que la nave Perseverance se posara sobre Marte.
Pero si hay un lugar de Madrid unido al momento estelar de la carrera espacial, la llegada del hombre a la Luna, ese es Fresnedillas de la Oliva. Aquí instaló la NASA sus antenas de seguimiento. Un museo recuerda aquellas instalaciones.
También podemos disfrutar de un confortable viaje espacial desde las butacas del Planetario de Madrid, ubicado en el Parque Enrique Tierno Galván.
La ciudad de Madrid ofrece un buen número de lugares desde los que establecer una conexión muy especial entre el cielo y la tierra: miradores como el Faro de Moncloa, azoteas como la del Círculo de Bellas Artes, observatorios como el Real Observatorio de Madrid… Sin olvidar algunas sorpresas ocultas en esta ciudad de las estrellas.