Hace unos días descubríamos a los estafadores del Aeropuerto, quienes bajo una excusa falsa piden dinero a los viajeros. Pues bien, la historia se repite en la estación de Atocha. Se mezclan con los que realmente piden allí por necesidad.
Hay quienes estafan y también quienes piden por necesidad. Es la historia de un arquitecto que nos cuenta que ha pasado de dormir en el Hotel Ritz a pedir en la estación de Atocha.
Nos cuenta cómo hay personas que le ofrecen hasta 50 euros viendo su situación.