En Moraleja de Enmedio uno de sus atractivos que no pasa desapercibido es la iglesia de San Millán. Este lugar se encuentra en punto alto de toda la localidad y es visible desde cualquier parte del pueblo. El estilo arquitectónico es muy sencillo de una única planta y su origen data de finales del siglo XIX. El retablo de esta iglesia es barroco de madera dorada y policromada. Fue comprado a unas monjas concepcionistas de Torrijos.
Esta parroquia es conocida en España y en parte del extranjero por su milagro eucarístico. El milagro eucarístico son unas sagradas formas que desde hace casi 90 años permanecen intactas sin corromperse. Estas sagradas formas se encuentran encima del retablo en un expositor donde hay un copón de cristal que mantiene estas hostias consagradas que se mantienen desde 1936. En su origen eran 24 hostias consagradas, pero en la actualidad se conservan 16 y media.
Las hostias fueron consagradas el 16 de julio de 1936, en la fiesta del Carmen, dos días antes de que la iglesia fuera cerrada por el comienzo de la Guerra Civil y días después, el 21 de julio, el párroco, al que se le había permitido celebrar un funeral, aprovechó para sacar a escondidas veinticuatro hostias sobrantes y las entregó para su custodia a unos feligreses que las escondieron en casas y lugares muy recónditos como bodegas y cuevas antes de abandonar el pueblo y así permanecieron hasta el final de la guerra.
Este copón se mantiene siempre en el expositor, pero se bajan los jueves para la adoración de los feligreses o los días que vienen una perenigración de feligreses a conocer este milagro. Todos los años el 16 de julio se celebra el aniversario por su consagración. La única persona que puede decidir cuándo abrir el copón que contiene estas formas sagradas es el obispo.