Visitamos La posada del grillo, un establecimiento que ya va por su tercera generación y cuya especialidad es el asado. Luis, su propietario, nos recibe y nos cuenta el secreto: buena materia prima, madera de jara, agua de manantial y sal. Nada más. Y nada menos. Tras unas dos horas y media, la carne está lista.
Los fines de semana el restaurate se llena, pero hay "buen rollo" entre los establecimientos de la zona y se "envían" clientes entre sí cuando están hasta arriba. Ese buen ambiente se traslada a la barra, donde encontramos aficionados de Real Madrid y Atlético a 48 horas de la gran final de la Liga de Campeones.