Hay un lugar en Madrid donde se puede, literalmente, comer con los ojos. Gracias a la tecnología, podemos degustar con los cinco sentidos.
Una aséptica sala blanca que se transforma, por ejemplo, en un chiringuito de una playa ibicenca, en cuyos platos podemos ver qué pinta tiene la paella antes de comerla.
"Igual que puedes comer en Ibiza te podías ir al Everest, al fondo submarino o te puedes ir a la torre Eiffel y comer allí. Y luego el potencial que tiene de unir esa gastronomía con esas imágenes. Yo puedo hacer una falsa tierra que está tan de moda ahora o la puedo proyectar".
Se trata de utilizar la tecnología para provocar emociones a través de los cinco sentidos .
"Aquí se puede ver estímulos visuales, se puede escuchar una música envolvente, se puede también sentir olores y también palpar en las mesas interactivas".
Sin olvidar al comensal, esencial en este The Place Immersive Gastroshow.
"Me ha parecido una pasada porque según estás probando la comida, estás mirando todo el rato las pantallas, me parece increíble"
Por el momento esta sala solo existe en Madrid, pero sus creadores pretenden replicarla en hoteles y restaurantes o en empresas que quieran ofrecer a sus clientes o empleados experiencias diferentes.
Se maneja desde un móvil el equipo de sala y la actualización la puede hacer el equipo de márketing a través de una página web. Si les gusta ya saben, a darle un like.