Lolo, el genial y querido profesor de Cabanillas de la Sierra

“Muchas veces, las buenas películas, como los buenos profesores, nos marcan la vida. Esta historia es la de un maestro rural de Cabanillas de la Sierra, un profesor diferente del que todos hablan”.

Así ha presentado Florentino Fernández a Lolo, uno de los protagonistas del programa que Vidas de cine ha rodado en Cabanillas de la Sierra.

Las aulas del pueblo se han visto revolucionadas por la genialidad de su profesor Lolo, un maestro con un método de enseñanza alternativo y con el que padres y alumnos están encantados.

Para muchos profesores la educación no es solo la preparación para la vida, es la vida misma. Por eso Lolo enseña con métodos que poco tienen que ver ni con los clásicos de pupitre y pizarra ni con las modernas pantallas: quiere que sus alumnos vivan aprendiendo en la naturaleza.

De hecho, la puesta en práctica de su lema "lo afectivo es efectivo" le han valido el premio a mejor profesor tanto de Madrid como de España. Y todo gracias a que Lolo transmite ilusión por aprender, porque, por encima de todo, ama su trabajo.

De pequeño Lolo iba para jugador de fútbol e incluso llegó a hacer las pruebas con el Real Madrid. “Pero se fastidió la rodilla y ya no pudo”, cuenta Manuel, su padre. Fue entonces cuando se dedicó en cuerpo y alma a la educación.

“Estar en una escuela rural es de las mejores experiencias de mi vida”, confiesa Lolo, que ahora podrá cumplir uno de sus sueños: dar clases en una escuela al lado de la playa. "Me voy a Nerja a un cole al lado del barco de Chanquete", cuenta entre lágrimas por todo lo que va a dejar atrás en el pueblo.

Un profesor muy querido en todo el pueblo

“Es un tío peculiar que ha llegado al pueblo con ganas de hacer cosas diferentes a las que estamos acostumbrados”, explica Jesús, padre de una de las alumnas de Lolo.

Y no es el único que se deshace en elogios hacia el profesor. Gema, madre de otro alumno, nos cuenta que “Lolo es un profe que escucha, que es cercano a las familias, y a mí eso me encanta porque te da libertad para hablar”.

Pero la que con más cariño habla de Lolo es Concha, la que fuera su profesora de pequeño. “Ha sido uno de los alumnos que me han dejado mucha señal y mucha marca”.