Desde la aprobación definitiva de la 'ley trans', hasta seis presos en Asturias han solicitado el cambio de sexo para pasar al módulo de mujeres. Dos de ellos han solicitado hacer el cambio en el Registro Civil, los demás han iniciado trámites y uno de ellos está condenado por violencia de género y acoso a mujeres.
Desde el sindicato CSIF temen que "la facilidad" para pedir el cambio actúe como "un coladero" para los reclusos que intenten conseguir mejoras durante su estancia en la cárcel. La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones declara que "seis han sido los internos que han pedido cambio y posiblemente sean muchos más". "Puede tener consecuencias muy peligrosas para los centros penitenciarios y para los módulos de mujeres", señala Rafael Paniza.
"Esta situación puede poner muy en peligro a las internas porque hay presos condenados por delitos de agresión sexual y que podrían acabar en módulos de mujeres. No sé cómo se va a solucionar esto y a los funcionarios nos añade más problemas de los que ya tenemos día a día".
"En los centros penitenciarios es fundamental una clasificación interior y en los módulos de mujeres la entrada de hombres puede acarrear problemas de violencia y agresividad hacia ellas, tenemos que ponernos en lo peor porque nos preocupa su vida y su seguridad física".