Uno de los platos más típicos de la Semana Santa y más con este tiempo tan frío, es el potaje de vigilia. Tiene su origen en el precepto de la religión católica que prohibía comer carne en determinados días de Cuaresma y Semana Santa.
En Disfruta Madrid nos hemos acercado a la elaboración más tradicional de esta elaboración gastronómica tan nuestra con Pepe Filloa. Su cocina es la única en Madrid que lo elabora en puchero de barro.
El bacalao es el ingrediente principal del potaje de vigilia. Filloa nos cuenta que en tienen el bacalao en remojo “durante dos días cambiando el agua 34 veces al día”.
Para entender el potaje de Vigilia hay que remontarse hasta la época medieval. Fue entonces cuando se popularizó en el interior de la península el bacalao en salazón, porque este método de conserva permitía hacer llegar el pescado a lugares alejados de la costa.
El auge del consumo de bacalao desalado junto con la prohibición de la iglesia católica de consumir carne los viernes de Cuaresma, permitió incluir este potaje entre los platos de Vigilia.
El siguiente paso en la receta son el sofrito y el relleno: “bacalao, perejil, amor y mucho cariño, mucho” afirma Filloa. Vuelta al horno para que termine su cocción después de tres horas, ya tenemos nuestro potaje, siguiendo la receta “del abuelo Bernabé”.