Javier tiene 52 años y cuando estaba en la universidad en los años 80, una época de mucha apertura y poca información, probó la heroína. Las drogas le llevaron a ser condenado a 7 años de prisión, aunque salió al cumplir tres y medio.
En la tarjeta, la pregunta: "¿Qué te llevó al mal camino?".
"Al probar la heroína, esa droga pudo conmigo y caí en la adicción", no cuenta.
Y es que el consumo de estas sustancias y la necesidad de adquirir más, llevan a efectuar robos que acaban con sus autores en prisión.
"Para el que está metido en la droga solo hay dos caminos, o la muerte o la cárcel y, en mi caso, fue el de prisión", afirma Javier.