Desde las históricas cocheras de Cuatro Caminos salió el convoy inaugural de la Línea 1 de Metro el 17 de octubre de 1919. Un trayecto con ocho estaciones y unos 3,48 km de recorrido que unía Cuatro Caminos con Sol. Desde entonces, la red de Metro Madrid ha cambiado considerablemente, tanto en su trazado como en el aspecto de sus servicios.
¿Os gustaría saber cómo eran aquellos primeros coches de metro? No hay más que entrar en la estación de metro de Chamartín para descubrir un tesoro enterrado: la exposición histórica que recoge lo que han sido y significado los primeros cien años de Metro Madrid.
Esta muestra, ubicada dentro de la estación de metro de Chamartín, nos ofrece un recorrido detallado a través del nacimiento y la evolución del material móvil del suburbano. Con el ánimo de recuperar el patrimonio histórico de la compañía, el servicio madrileño de metro se ha encargado de restaurar una muestra de sus trenes clásicos, puestos en servicio entre los años 1919 y 1965.
Hasta doce coches pueden visitarse en este recorrido. Cuatro de ellos pertenecen al modelo ‘Cuatro Caminos’, los primeros en circular por la red y que estuvieron en servicio durante setenta años. La estructura de la caja era totalmente metálica y su interior no tenía revestimientos, con todo el esqueleto metálico visto.
La exposición también cuenta con dos coches del modelo ‘Salamanca’, que comenzaron a funcionar en 1943. Su estilo era mucho más austero y sobrio que los anteriores, no solo debido al periodo de posguerra en el que fueron construidos (escasez de repuestos), sino a que se vio que en la práctica eran mejores los materiales más funcionales y duros que los utilizados hasta la fecha.
Otro de los coches restaurados que se puede visitar es el de tipo ‘Ventas’, un modelo que empezó a circular en 1924, con motivo de la inauguración del primer tramo de la Línea 2 entre las estaciones de Sol y Ventas. Del mismo modo, hay un coche de tipo ‘Quevedo’ que data de 1927. Este modelo fue adquirido debido a la ampliación de esta línea de Metro entre las estaciones de Sol y Quevedo y que presenta unas características muy similares al anterior. La gran novedad era que integraba paneles para publicidad en el recinto de viajeros.
También podemos ver dos coches del tipo ‘Legazpi L5’, puestos en circulación por la compañía en 1955. Y los últimos en incorporarse a la exposición, dos coches tipo ‘1.000’. Estos vehículos representaron un importante salto tecnológico e introdujeron cambios en lo que respecta al sistema de tracción del tren, rodadura o bogies. Exteriormente los coches estaban pintados en color verde y gris-verdoso, rompiendo con el, hasta la fecha, tradicional rojo de los vagones.
Junto a estos trenes, principales protagonistas de la exposición, se pueden contemplar alrededor de cien elementos propios de este medio de transporte y que nos traen a la mente imágenes de un tiempo pasado: teléfonos antiguos, herramientas, utensilios, los uniformes de los empleados.