Glasgow fue el gran centro económico del Reino Unido a finales del siglo XIX. Tras una larga y profunda crisis se ha reconvertido en uno de los principales destinos turísticos del mundo, con sus calles tradicionales, iglesias medievales, pubs y frondosos parques en el mismo centro de la ciudad.
Quedamos con Elena bajo un cielo típicamente nublado y lluvioso y nos acercamos a uno de los símbolos más peculiares de la ciudad: la estatua del Duque de Wellington, tocado permanentemente con un cono de tráfico sobre la cabeza, a pesar de que las autoridades se esfuerzan en quitarlo. Pasear por Glasgow también es disfrutar de los enormes graffitis que se encuentran en muchos murales de los edificios. Y si nos entra hambre, siempre podemos cochinear con una barrita de chocolate con el rebozado típico de los fish and chips y una bebida de naranja muy azucarada.
Después visitamos la Catedral, edificada en el siglo VI, y punto originario a partir del cual comenzó a expandirse la ciudad. Y junto a ella, la Necrópolis del siglo XIX, una de las más espectaculares de Europa.
Con Ingid disfrutamos del ambiente de Buchanan Street, la principal arteria comercial de Glasgow, y entramos en The Whisky Shop, una tienda tradicional de bebidas alcohólicas. A pocos kilómetros nos espera Stirling, donde se encuentra uno de los castillos más bellos de Escocia de entre los 3.000 que hay en todo el país, así como el monumento a William Wallace, el rebelde que se alzó contra Inglaterra en el siglo XIII y cuya figura llevó al cine Mel Gibson en 'Braveheart'.
Emma nos lleva a George Square, la plaza más emblemática de Glasgow, que aglutina algunos de los edificios más bellos de la ciudad, como el del ayuntamiento, y acoge esculturas de algunos de los escoceses más ilustres. Visitamos una tienda de trajes típicos escoceses, el Scottish Highland Dress, que incluye el conocido kilt o falda, que se luce en eventos familiares y ocasiones especiales.
En Salt Market se encuentra la Tolbooth Tower, del siglo XVII, que guarda cierto parecido con el Big Ben de Londres y que es el único vestigio de la cárcel municipal demolida tras la I Guerra Mundial.
Visitamos el Cottiers Theatre, la más conocida de las varias iglesias reconvertidas en pubs o restaurantes, y el Pollok Park, un curioso parque donde habitan las curiosas y peludas vacas escocesas, y el Avant Garde Music Bar, un conocido pub donde bailar el ceilidh, la danza tradicional de los pueblos gaélicos.
MUSEOS, PARQUES E HISTÓRICOS PUBS
Con Gustavo quedamos en el parque de Kelvingrove, donde se encuentra el museo que recibe el mismo nombre, y que es el más visitado del Reino Unido si exceptuamos los museos londinenses. También visitamos el parque eólico de Whitelee, el más grande del Reino Unido, y que es además un atractivo turístico, con rutas y sendas ciclables.
Aurora nos recibe a orillas del Clyide, el río de Glasgow, que fue la gran vía comercial de la ciudad, y conocemos el Riverside Museum, dedicado al transporte, y que acoge artilugios como la primera bici de la historia, algunos de los primeros vehículos a motor o una recreación de una calle centenaria, donde se muestra el pasado glorioso de esta ciudad.
Nos dejamos caer por el Britannia, el primer music hall de Gran Bretaña, con más de 160 años, y donde debutaron artistas como El Gordo y El Flaco o Cary Grant. Después, The Barras, el mercado de segunda mano que abre los fines de semana y donde se puede encontrar de todo. Y por último, The Old Ship Bank, un banco que abrió en 1750 y que un siglo después se convirtió en el pub que es hoy en día y donde pueden cantar los más atrevidos. Si nos da vergüenza, siempre podemos animarnos con un half and half, es decir, una pinta y un whisky. Eso sí, el resultado puede ser...