Los madrileños tenemos el privilegio de contar con la estación de tren más importante de España y una de las primeras de Europa. Por ella transitan 150 millones de viajeros al año. Nuestra reportera Paz Llamas ha cogido la cámara para enseñarles desde dentro todos los rincones y curiosidades de esta emblemática estación que nos sitúa a la cabeza de la movilidad. Todo aquello que los usuarios no ven antes de subir al tren.
Inaugurada en 1851 por la Reina Isabel II, el primer trayecto fue Madrid-Aranjuez, destino de recreo de la realeza de la época. La parte principal de la fachada es diseño de Alberto de Palacio, un discípulo del creador de la famosa torre Eiffel. Años después se fueron sucediendo diferentes obras hasta adquirir su aspecto actual. Como curiosidad, aquí sigue luciendo uno de los pocos escudos republicanos que quedan en nuestra Comunidad. Y por cierto, ¿saben qué representan las estatuas que custodian la entrada principal y la enorme bola dorada que corona la cubierta?
Por primera vez un equipo de televisión accede a la famosa cúpula de cobre y cristal característica principal de la estación. Situada a más de 22 metros de altura subimos acompañados por el jefe de mantenimiento y cruzamos la cristalera que sólo abren en situaciones excepcionales, como en caso de humo o incendio. ¡¡¡¡Imagínense qué vistas!!! Por encima, el cielo y a nuestros pies, el conocido jardín tropical de Atocha…. eso sí, sin su famosa colonia de tortugas que vivía entre su frondosa vegetación, por cierto, ¿les gustaría saber dónde se encuentran ahora?
Una moderna estación que cuenta con varios restaurantes, incluido uno de lujo, tiendas de todo tipo (de ropa, souvenirs, óptica), farmacia, estanco, administración de lotería, joyería y por tener, hasta su propia comisaría de policía. Justo mientras hablábamos con los agentes, que por aquí patrullan en buggy, somos testigos de una detención en directo, un viajero al que la justicia llevaba meses buscando… Y si de algo puede presumir también es de tener los baños más limpios de todo Madrid.
Eso sí, rebusquen en el bolsillo 60 céntimos para poder comprobarlo o usarlos. Desde hace 5 años, una empresa holandesa se encarga de su mantenimiento tras numerosas quejas por el lamentable estado en el que se encontraban antes. Y es que por estos baños pasan cada día 1.400 personas.
Y para aquellos usuarios que no quieran cargar con las maletas, sepan que también hay un servicio de consigna en la estación, donde por unos euros pueden dejar el equipaje para poder moverse libremente por la ciudad o por la propia estación sin estar pendiente de ello.
Por la estación de Atocha además de los 1.400 trenes de Cercanías que circulan cada día, también lo hacen de media y larga distancia, incluido el AVE. Nos subimos a uno que acaba de llegar a la estación e inmediatamente tiene que volver a salir con destino a Valencia.
En escasos minutos un equipo de limpieza ha de dejar los vagones como nuevos. Entre sus funciones, girar todos los asientos según el sentido de la marcha para evitar que algunos pasajeros se mareen. Además de aspirar los vagones, vaciar papeleras, cambiar reposacabezas, limpiar los baños, reponer la prensa, alimentos y bebidas, todo en tiempo récord, han de revisar si algún pasajero se ha dejado olvidada alguna pertenencia.
Cuando esto sucede, mucho más frecuente de lo que imaginan, los empleados lo trasladan al departamento de objetos perdidos de la estación. De la mano de su encargado, comprobamos armarios y estanterías llenas de artículos cotidianos olvidados como teléfonos móviles, tablets, alimentos…, pero aquí también han guardado a la espera de que su dueño acudiera a recuperarlo, desde una enorme espada, recuerdo de Toledo, hasta una pierna ortopédica o la urna con las cenizas de un fallecido.
Seguro que más de una vez han puesto la radio antes de salir de casa para informarse si hay retraso en el Cercanías. En el programa les desvelamos el rostro de la persona que todos los días desde hace 24 años nos cuenta las incidencias y estado de la circulación de estos trenes. Pero no es la única voz de Atocha, David es el encargado del puesto de megafonía y control de vías de los trenes de media y larga distancia, incluido el AVE.
Pero, ¿qué ocurre cuándo se produce una incidencia grave o algún accidente en las vías? Nos colamos en el corazón de la estación, el centro desde donde se controla toda la red ferroviaria de España, de un extremo a otro. Enormes pantallas y cámaras de seguridad reflejan el funcionamiento de la circulación y velan por la seguridad de los pasajeros. Su director nos cuenta desde la llamada sala de crisis cómo actuar en caso de emergencia, como, por ejemplo, en las recientes lluvias que provocaron destrozos en vías y estaciones de Málaga.
Y por último, ¿conocen por qué se llama así y no de otra manera esta gran estación por la que pasan al día casi medio millón de personas?. Ni se lo imaginan.