Quizás hoy hayan notado el pan más soso de lo habitual y es que este viernes ha entrado en vigor la normativa que rebaja el límite máximo de sal: solo 13 gramos por cada kilo de pan. Se busca reducir su consumo, ya que los españoles doblamos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Redescubrir el auténtico sabor del pan y a su vez, prevenir la salud.
El 70% de su consumo se hace a través de alimentos elaborados fuera de casa. Es la denominada sal oculta. El pan, a partir de hoy, reduce por ley la cantidad de sal que lleva.
Cuanta más sal lleve el pan, más se enmascara la calidad de los ingredientes.
La nueva ley establece además que para ser integral y de cereales, la totalidad de la harina que se utilice debe ser de este tipo.
Limitar la sal en el pan es un paso más en la lucha contra la hipertensión arterial, las enfermedades coronarias y los accidentes cerebrovasculares.