Telemadrid dedica el mes de noviembre sobre la concienciación y divulgación de las personas sin hogar
REDACCIÓN
José tiene 44 años. Estaba muy unido a su madre y al morir ella cayó en una depresión. Por problemas de convivencia con su familia acabó en la calle. Hoy vive en un piso compartido de Mensajeros por la paz.
Coge la tarjeta y lee la pregunta:
Mira para cámara y afirma: “Parece que no estamos, que no somos nadie”
Las personas que carecen de un lugar permanente para residir y que se ven obligadas a vivir en la calle o temporalmente en albergues no suelen tener un medio de vida. Se ha adoptado el término “sin hogar” en sustitución de “sin techo” porque se considera que la mayor carencia no es la de un techo, sino la de no tener una familia y un trabajo, es decir, un hogar.